martes, 23 de febrero de 2010

Amores de verano.

Un poco pronto para hablar de amores de verano, pero aquí estamos. Inspiración made in Extremoduro y algo de Marea, de esos caprichos canallas, intensos, reminiscencias de la edad del pavo, donde el amor estaba a la vuelta de la esquina y era eterno sólo por un rato.


Otra madrugada a grandes pasos,
desiertos de coral en carretera,
un cuadro descolgado por los años,
caricias de cruzar el cielo y vuelta.

Los árboles freudianos de tus piernas,
mil promesas firmadas por tus labios,
un vendaval cubierto de hojas secas
que se hace un huracán entre tus brazos.

Si ríes puede el mundo caerse a cachos,
que a mí con ser el polvo de tu lengua
me llega para ser feliz un rato
y echar con tu sonrisa una carrera.

Y si no estás deprisa, un arrebato,
la absurda libertad de la botella,
adiós en la nevera y garabatos
que sólo entiendo yo y un par de estrellas.

Y dime si esto no es una locura,
la incierta inercia de colisionarnos
y volver a remendarnos las junturas,
a menos cada vez, a menos damos:
el hilo en las heridas sin fisuras,
te coso y tu me cierras más despacio
y lo demás es cosa de otra aguja.
Noche de despistar al calendario:
marcar de cero y cruz a ras de luna.

jueves, 11 de febrero de 2010

Alquimia de la felicidad.

"Estoy hecha de una mezcla de aire y de fuego tan condensados que se vierten por cada hueco de mi cuerpo condenado a ser tierra, hasta que llegan al lugar donde mis sueños crean una realidad y allí se convierten en agua, en una alquimia tan compleja como elemental. Y para desahogarme de mis penas me transformo en huracán, incendio, terremoto y remolino, destrozando a mi paso hasta el miedo más primitivo anudado en el fondo de mi conciencia, dejándome llevar por los caminos más oscuros. Después me convierto en brisa, llama, llanura y lluvia, y reconstruyo mi alma bajo la luz de un nuevo amanecer, más hermoso y brillante, libre de rutinas, desencantos y tristezas. Para acabar el ritual miro por el espejo de la realidad, aceptándome a mi misma tal y como soy y redescubro que ese es el verdadero secreto para ser feliz."


Cada persona tiene su forma de encontrar la felicidad. La mía es esta, ser sincera conmigo misma. Si no lo soy difícilmente puedo decir que me siento feliz, por muy bien que vayan las cosas con mis amigos, mi familia o la uni. Antes que nada, tengo que aceptar mis defectos y mis virtudes, mis aciertos y mis fallos, mis derrotas y mis victorias. Creo que la felicidad no nos viene dada, sino que la creamos nosotros mismos. No es destino, no es azar, no es suerte. Ser feliz es algo que elegimos, por muy inconscientes que seamos de ello.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El final de una historia.

Los segundos que pasan,
-las horas-
los secretos que nadan,
-las olas-
las miradas que hablan
-a solas-.

Un reflejo en el espejo
que sobra.

Tu cuerpo y el mío,
un beso, las alas que vuelan,
mi mundo y el río,
un deseo, las palabras que quiebran
-rapaces-
los sueños dormidos,
-fugaces-
los cielos prohibidos,
-instantes-
un eco de origen tu nombre.

-Un silencio-

Las tardes que corren
y esconden,
las sombras que extrañan
y engañan.

-Un olor ajeno en la camisa-

El tiempo que pasa sin prisa,
los mensajes, las llamadas perdidas,
el sofá, el reloj, las manecillas,
la noche que muere, la puerta, las mentiras.

La eternidad que dura unos meses,
las promesas rotas, las notas,
"Trabajo, no vuelvo hasta el viernes"
el adiós al que teme e ignora,
los suspiros, los atardeceres,
el amor que se apaga, una herida que escuece.

Y al final el final de una historia.

lunes, 8 de febrero de 2010

Nana de febrero.

Nana de secretos,
de esos que no duermen,
de los que se esconden
de los pensamientos
que guardan silencio.

Nana de olvidarte lentamente,
otro día espera en la corriente,
risas desgastadas,
son como un invierno incierto
con palabras sueltas en el viento:
"abrázame bien fuerte",
"no existen los por siempres",
"un beso y hasta luego",
"no importa, yo te quiero".

Nana de acabar con todo,
nana de empezar de cero,
con la melodía de los viejos tiempos,
de los nuevos juegos con juguetes rotos,
de dos y mil momentos.

Nana de contar deseos,
de ese sentimiento
que desliza el cielo
por tu piel de hielo
y ahora sin disfraces,
solamente el fuego
que quema al instante
al miedo y sus secuaces.

Nana de febrero,
nada es como antes,
pero si te escucho
ya no existe el tiempo,
ya no somos nadie,
sólo un par de notas
colgadas del aire,
estrellas fugaces
de camino al suelo,
cómplices amantes
del arte del sueño.

domingo, 7 de febrero de 2010

Translocaciones.

Diversificaciones, diversiones bífidas,
la versión oscura y la blanca falsificación:
¿dónde hundiremos ahora el filo
de frías soledades y calurosas bienvenidas?

El viento pagará peaje de insolencia
pero tu nombre,
¿por qué habría de cobrar doblemente?
¿por qué debería ser una posesión?
si de boca en boca cambias,
de amigo a enemigo,
como un tenebroso espía involuntario.

Te pronuncias equivocadamente, digo,
porque tu voz es al destino
lo que el pulso al paraíso
y aún en estrellas se apoyan tus sueños,
en esas pequeñas prófugas del infierno
que caen imperturbables
sobre nomeolvides, pensamientos, rosas rojas
y magnolias silenciosas como besos
que esperan en el jardín de tu cuerpo,
bajo tierras inundadas de espinas inesperadas.

Pero no desesperes amor mío,
que la espera es la celda del deseo.