La noche que
sonaba como un eco
me sorprendió en el mar, medio dormida,
mecida en el vaivén de la marea.
Y nos bebimos la luna entre espuma
y aún sedientos de más,
robamos un sorbo
a la copa del tiempo.
Y, oh, que largo se hizo aquel amanecer,
aquel sol encendido en nuestros cuerpos...
me sorprendió en el mar, medio dormida,
mecida en el vaivén de la marea.
Y nos bebimos la luna entre espuma
y aún sedientos de más,
robamos un sorbo
a la copa del tiempo.
Y, oh, que largo se hizo aquel amanecer,
aquel sol encendido en nuestros cuerpos...
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