lunes, 8 de febrero de 2010

Nana de febrero.

Nana de secretos,
de esos que no duermen,
de los que se esconden
de los pensamientos
que guardan silencio.

Nana de olvidarte lentamente,
otro día espera en la corriente,
risas desgastadas,
son como un invierno incierto
con palabras sueltas en el viento:
"abrázame bien fuerte",
"no existen los por siempres",
"un beso y hasta luego",
"no importa, yo te quiero".

Nana de acabar con todo,
nana de empezar de cero,
con la melodía de los viejos tiempos,
de los nuevos juegos con juguetes rotos,
de dos y mil momentos.

Nana de contar deseos,
de ese sentimiento
que desliza el cielo
por tu piel de hielo
y ahora sin disfraces,
solamente el fuego
que quema al instante
al miedo y sus secuaces.

Nana de febrero,
nada es como antes,
pero si te escucho
ya no existe el tiempo,
ya no somos nadie,
sólo un par de notas
colgadas del aire,
estrellas fugaces
de camino al suelo,
cómplices amantes
del arte del sueño.

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