Falta evidencia y a juicio de tu voz
no hay coartada para mi corazón,
no quiero que me escuches por un rato,
tú párate a sentir que mientras ato
los nudos de la irrealidad y te desnudo,
no volveré a callar, te lo aseguro,
si es el silencio el que hace que huya el tiempo
si es traicionar la vida a falta de latidos,
que doblen las campanas por gemidos,
que vuelva al cementerio la sombra de tu sexo
y no haya más ausencia
que el espacio entre los cuerpos...
Te juro que no sé cómo abrazarte en clave de fingir
pero pasó la hora de hacerme la heroína,
que miento por hundirme en tu tormento de promesas,
por tatuarme a tempestad en tus estrellas,
por no hablar de que no puedo estar sin ti...
Cae en tu infierno azul mi cielo ardiendo
y hay ángeles que caen en desbandada,
se pone en pie el jurado de tus besos
y salta a la defensa mi recuerdo,
no dejará que olvide ya tu piel,
ni los complejos quiebros de tus ganas:
marea alta en los océanos de plata,
aúllan tus dedos que me atrapan otra vez,
confieso el delito de querer volverte a ver
y es mi testigo el invierno de mis sábanas...
Condéname a un millón de madrugadas
presa en el hueco de tu amanecer,
que todo lo que tengo en libertad
lo cambio por tenerte y nada más:
si puedo cumplir pena a tu lado
prefiero ser culpable de amar en primer grado...
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