domingo, 26 de abril de 2009

Esclavos del tiempo.

Vi otro mañana distinto, otra vida, otra corriente en el río, que nos llevara lejos de todo, al lugar más recóndito del mundo, y no al océano como al resto. Pero perdimos el norte buscando una estrella diferente, nos enredamos en las riveras pensando que las raices eran nuestros sueños y estuvimos perdidos durante mucho tiempo, sin saberlo, parados, y sin darnos cuenta empezamos a acostumbrarnos a las mareas, a construir relojes de sol para contar cada minuto y dedicarlo a algo. Y ahora somos esclavos del tiempo, como el resto.

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