miércoles, 31 de marzo de 2010

De costumbres y huídas.

Sé que irás a dormir con la miel en los labios,
que es difícil huir cuando ya no estás solo,
que la lluvia cae igual al norte de Europa,
pero aquí sonreimos cuando sobra la ropa.

Hombre de ciudadela, de poniente y sus vientos,
de murallas de azahar, de las olas y el mar,
cuentan más tus silencios cuando piensas fingir
y es que adoro a los chicos que no saben mentir.

Quédate por Madrid si es que encaja en tus planes,
en las horas cruzadas y en su luna indiscreta,
de aquí al cielo hay un paso con los ojos cerrados
y a la vuelta te espero con el sol en las manos.

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