miércoles, 16 de septiembre de 2009

Recuerdos de septiembre.

Condené a vagar a la furia en el olvido,
permití que escapara del cielo
la luz de los besos de aquel septiembre
y dejé al corazón sin un sitio
donde jugar a ser caballero,
se me quemó la paciencia al dejar de quererte.

No busco ya en las hojas
mensajes del invierno
ni escucho en el silencio
las huellas de tu voz,
se fueron de repente
las largas tardes rojas
huyendo del olvido
que barrió mi corazón.

No consigo borrarte,
a veces aún te cuelas
como una gota de agua
que resbala entre las piedras,
un beso, una caricia,
el retrato que dibujaste,
las charlas, los silencios
y, sobre todo, lo que sentía
cuando sólo sabía amarte.

Pero ahora son ecos
de lo que fue un pasado,
hoy sólo son recuerdos
de algo que me cambió,
me hiciste ser distinta,
eso no te lo niego,
pero no habrá ya horas
para nosotros dos.

Ya salen las estrellas
que anuncian noches frías,
mas no echo de menos
tu cuerpo y tu calor,
porque también recuerdo
que aunque me quisiste
dijiste que desearías
verme sufrir dolor,
y no soy de las que olvidan
ni de las que ofrecen esa clase de perdón.

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