domingo, 29 de marzo de 2009

Decidí.

Decidí ser canción y fluir en las olas del viento, advertir al silencio del final de la tregua y volver a reir con el alma en vela. Y así la noche me encontró, hilando madrugadas con los ojos cerrados, esperando la señal que me hiciera despertar y transformara mis sueños en ocasos bordados de besos olvidados por el tiempo. Y así el día me sorprendió, tejiendo corazonadas al borde del ayer, haciéndole puntadas a los recuerdos que se me deshilan sin querer, de tanto remendarlos.

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