domingo, 1 de marzo de 2009

Deflagración inminente

Atrapando tormentas entre las manos, sintiendo que todo puede estallar en cualquier momento, como una bomba vieja. No sé qué me hiere más, si las palabras o los silencios, las acciones o la quietud, las verdades o las mentiras. Hay demasiadas reminiscencias como para sentirme cómoda en tu presencia, que es a la vez la ausencia de todo lo demás. Día tras día me doy cuenta de que hay muchas cosas que fallan debajo de la apariencia perfecta, una tensión imperceptible en la superficie me anuncia que todo está a punto de cambiar. Y me temo que no será para mejor, pero no sé que puedo hacer para detenerlo. Ya veo el humo que anuncia la llama y por mucho que busco dentro de mí, no encuentro el origen del fuego ni creo que pueda apagarlo.

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