martes, 20 de octubre de 2009

Lluvia.

Lluvia, que desdibuja el cielo,
que redescubre todos los olores,
que invita a resurgir como hace el viento,
que empaña y hace nuevos los colores
y transfigura todas las fronteras,
que juega con el frío a desnudar
el alma tras la niebla del cristal
y dibujar el mundo a tu manera,
que hace del vaivén su cometido,
del sueño su antifaz más escondido
y de la eternidad, su última risa...

Lluvia, que liberas y anticipas,
concedeme escuchar siempre tu voz.

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