Estas horas que ahora van despacio
obedecen al tiempo de la pasión
y van despacio porque no estás y yo
tengo de más vacío en mis espacios.
Desde que tu sonrisa me atraviesa
el vientre preñado de mariposas
no siento las espinas de las rosas
ni la prisión que acatan mis promesas.
Ahora que por fin ya no soy nadie
y avanzo por tu cuerpo en reconquista
haré que tu rutina sea el cielo
y tu corazón un sol que irradie
las flores con complejo equilibrista
que nunca ya conocerán el hielo.
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